viernes, 20 de agosto de 2010

¿Fingir ser feliz?

Rabia. Angustia. Ira. Dolor. Ganas y ganas de marchar. De huir. De escondernos de este nuestro mundo, sin ser vistos. De fallecer, sin hacer ruido. Sin que nadie lo vea, sin que nadie lo sepa. Buscar tu mundo y tu aire indispensable. Y quien sabe, con ese aire, curarte por fin las heridas. Pero desgraciadamente, te vas apagando. Desangrando tras heridas y heridas. Buscando ese silencio que te salve y expulsar de tu alma ese sentimiento tan repugnante. Tan repulsivo, que sin saber porque se inyecto en tu cuerpo. Gritas y gritas de rabia. Chillas. Pides ayuda. Solicitas socorro. Estas verdaderamente ahogado. Cansado de pedir algo, que no llega. No deseas vivir así. ¿Fingir ser feliz?, lamentablemente, es eso lo único que te queda. Pero afortunadamente lo ignoras. Salimos de esa pregunta con un no rotundo. Con un no que nos salva. Lentamente sin saberlo, la herida se va haciendo más grande. Más y más profunda. Caben más y más cosas. Entran y no salen. Aceden, tan solo para hacer mal. Se cuelan. Y atacan. Y la herida, se expande. Tu vida se va apangando. La herida, va poquito a poco acabando contigo. Estas solo. En una esquina. Pensando. Recapacitando. Intentas volar, para poder sentirte mejor. Para poder llegar a un lugar, donde la soledad, será tu aliado. Estarás totalmente solo. Marginado y acabado. Derrotado tras tu agonía. Destrozado en el suelo, tras tus llantos. Todo acabara contigo. No has sabido jugar. Tu mente, tras el juego, se derrumbo. Tu alma, estallo. Y tu corazón, con todo tu cuerpo, se fracturó. Se liquido. No queda nada. Tras esto, las puertas del vacío se abrieron. Te caíste o alguien te empujo. Pero estas abajo. Oscuro. Si ver nada. Sin ver la luz, tan solo viendo la maldad. Las puertas prohibidas se abrieron. Y tú, te caíste. Te encuentras, ahora, ahorcado. Tan solo te llegan mentiras. Mentiras y más engaños. Que eso, no paran de ahogarte. Ahogarte más y más. Empujarte. Quedándote solo. Y por consecuencia, sufrir. Al sufrir, llorar. Al llora. Ser un vil creador de lagos y mares. Pero al crearlos, ahogarte. Ninguna ayuda a tu alcance. Tan solo lagrimas a tu alrededor. Deseas por fin, ser salvado, como a una princesa desea ser rescatada del castillo. Pero tú, eres una flor entre millones de carnívoros. A punto de ser extinguida. Devorada y liquidada. Los llantos, acabaran contigo. Acabaras tu mismo con tu vida. La princesa, tras espera, se ahoga. Vuelves a esa pregunta, ¿fingir ser feliz?. Crees que eso, es lo único que te queda. Tu corazón se ha liquidado. Tu alma raramente huyo. La mente, exploto. Te queda fingir. Lamentablemente, tan solo te queda eso. Te encuentras solo, contra esa gran duda. Tu, la duda y tus llantos. Solos. Fingir y mas fingir. Simular una vida sola y triste. Pero salvado del vacío. Vuelve tu alma, pero realmente despedazada. Tu corazón, también, pero vacio por dentro y por fuera. Todo vuelve realmente destrozado. Tu vida no tiene sentido, ni siendo fingida. Nada tiene sentido, nada tiene un final feliz. O eso crees. Vuelves a correr. A desear estar solo, al estar solo. Añoras todo. Toda tu vida. Incluso lo que no tenias. Al perderlo todo, incluso lo menos deseado añoras. Añoras lo que odias y lo que deseas. Al añorar tanto y tanto, tus fuerzas vuelen a ti. Al conseguir tus fuerzas, el corazón se va arreglando poquito a poco. Tu alma, purificándose al poco tiempo. Las ganas de volar, de gritar y de saltar, vuelven. Todo vuelve a ti. Alguien te lanzo una cuerda, para que te salvaras. Tú la cogiste y saliste de tu lago tan profundo. Saliste de el gran vacío. En tu búsqueda de encontrar al hombre que te ayudo, ayuda a todos. Y cuando te encuentres verdaderamente bien por ayudar a esa desconocida persona, a lo mejor ajaras al culpable de tu felicidad.

1 comentario:

  1. Por unos instantes creí que había salido, por unos instantes creí que había sido un simple desequilibrio del destino, pero no.. una vez más sigo ahogada, como siempre.. y vivo maldiciendo a todas y cada una de las personas que saben lanzarme la cuerda pero que no hacen fuerza por sacarme de ahí..

    ResponderEliminar