La vida es estúpida y todos nosotros unos extraños

Hay gente que por la calle me mira como si fuera un extraño, creyéndose que soy algo diferente, algo misterioso, como si fuera alguien afortunado o también como si yo fuera el único irresponsable e idiota dentro de este peculiar mundo. Me miran como si lo fuera, sin saber que es probable que la imagen que creen que tengo yo, en realidad es la quieren o tienen ellos. Me hablan y me insultan, creyéndose que mi teoría de que el amor viene y se va, dejando tan solo unas gotas de dolor, es falsa, se creen que esa teoría es una idiotez, en cambio, poco a poco se van dando cuenta que la teoría es muy razonable y verdadera, pero ya que esta sociedad frecuenta a ocultar su llanto interno, el resto de la gente no se da cuenta. Es probable que ni vosotros, ni ellos quieran saber de mi al escucharme decir que no pretendo hacer, ni esperar nada de nadie. Creedme, elaborareis una vida más aprovechada. Yo, de mientras que la poca gente que me creía conocer me iba odiando, se iba desarrollando mi vida en tan solo un camino, era raro, pero aparte de escuchar insultos de otra gente que apenas conocía, y abrazos y elogios de gente que admiro por su gratitud hacia a mí, tan solo hice una cosa, mire en ambas direcciones, izquierda y derecha, derecha e izquierda, varias veces para asegurarme de que lo que veía era realmente cierto. Es una estupidez diréis, y es muy probable que ya lo sepáis y que os riais a carcajadas al leerlo y al escuchar vuestra propia voz, os perdonare tal impertinencia. Yo también lo haría. El caso es que me di cuenta que no había un camino de vuelta, no había ni carreteras, ni caminos para poder retroceder. En conclusión la gente me mira mal porque la vida es estúpida, no nos deja borrar nuestros errores, ya que sabe que somos idiotas y unos descontrolados, y que por consecuencia de ello, causaremos muchísimos problemas. Pero en cambio nosotros damos sentido a la vida, no borramos, pero reaccionamos, contestamos con un amor falso pero enorme en nuestro camino, con un dinero desagradable y con una gran alternativa, la felicidad. La vida es estúpida y todos nosotros extraños.

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