El tiempo en cada una de nuestras vidas es algo verdaderamente importantísimo. Sinceramente, aunque parezca que no, tenemos en mente dicha importancia. Aunque en algunos momentos la importancia de ese tiempo, no está realmente subestimada. En varias ocasiones, se puede mostrar a nuestro día a día, ignorada. Pero la importancia no varía. Se mantiene igual. A veces, por puro miedo ocultamos el tiempo, ocultamos su importancia. O simplemente, a veces lo camuflamos, intentándolo convertir en sencillamente, un “periodo corto”. Aquí nace nuestro envejecimiento. Nuestro largo y duro camino hacia al agotamiento. Todos y cada uno de nosotros lentamente, nuestro cuerpo se va agotando. Poquito a poco consumiendo. Nuestra diversión en pequeñas porciones, en parte, liquidándose. O no. Todo este periodo, también puede ser llamado vida, nuestra famosa vida. Nuestra simple vida, es ese peculiar proceso. Peculiar, pero a la vez habitual. Abundante, sobre la faz de la tierra. Millones y millones de personas comparten ese proceso. Al pensar, deducimos que millones de personas, curiosamente, intentan con una parte de todas sus fuerzas desviar ese envejecimiento. Y en parte, nuestro preciado tiempo. Tras esto, desgraciadamente se va dañando poco a poco. Nuestro cuerpo, no. Esa era “nuestra misión”, pero nuestra mente sí. “La caja donde estaba guardado el tiempo se ha abierto. Quién sabe, a manos ajenas.” Todo el envejecimiento de nuestra vida en realidad se baña con el saber. Transcurre gran parte del camino con la sabiduría, su fiel compañera. Si intentamos desviar a nuestro cuerpo, y sobre todo a nuestra mente de ese camino, sufrirá sus graves consecuencias. La sabiduría la dañaremos. O incluso en casos, la eliminaremos. En conclusión, podríamos afirmar, que la sabiduría y el envejecimiento se guardan en una misma caja. Si la gran caja donde guardamos el tiempo, la abrimos para simplemente desviarlo, la sabiduría se irá con él. Si paramos ese proceso, quien sabe si la sabiduría llegara a tu mente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario