Redactamos nuestro propio amor

¿Amor? Yo en cambio os pregunto a vosotros, ¿qué es el amor? O, simplemente ¿de verdad existe? ¿O es tan solo otra cruel mentira como los llamados “Reyes Magos”? No os rompáis la cabeza, por favor, no vale pena. Lo siento. Creo que en parte es mejor, es inútil saber la verdad. Inútil, como los millones de diccionarios que creen mentirnos con una estúpida definición, que dice así, “sentimiento que experimenta una persona hacia otra a la que se desea todo lo bueno”. Ridículo. Es verdaderamente, espantoso. Al leer esta definición piensas y te preguntas quien habrá escrito esta barbaridad. Porque, creo yo y espero que sea así, que no es tan solo un simple sentimiento. Son muchos coordinados entre sí, unidos y creando sin ningún control minino, una explosión de felicidad y diversión sin fin en tu mente y tu alma. Eso, lo primero. Y después, no lo experimentas, lo creas. O por lo menos, te lo crean. Se construye inmediatamente al ver esa maravillosa persona que irrumpe en tu vida. Y cuando la ves, cuando por fin escuchas su voz, cuando el latido de tu corazón es tan y tan enorme que accede en su vida, creando y formando con su ayuda ese enorme sentimiento, y por fin esa enorme felicidad. Ah me olvidaba, puedes amar a una persona, y a la vez odiarla, con esto contesto a la ultima parte de la definición que decía que “…se desea todo lo bueno”, no creo que el 100% de las veces sea así. Puedes odiarla y querer no amarla, querer desaparecer esa existencia de tu sencilla vida. Y por último, como pone allí, lo experimentaras, si, pero sin dejar atrás ningún momento del proceso que yo he relatado.

Estas frases que yo estoy creando, las estoy organizando para acabar formando un significado o una idea, sinceramente por pura experiencia o simple imaginación, supongo que no será por muchísimas razones varias la mejor definición, seguro. Y lo creo lógico. Cada uno ya que ha vivido y experimentado cosas diferentes, acabara definiendo el amor algo distinto como lo definiría su compañero. Algo, también verdaderamente lógico. Y respeto vuestra idea sobre mi definición ya que yo diré lo mismo o algo peor de la vuestra. Ya que definiréis el amor ocupando el estado que le corresponde, “enamorado”. Y con eso no llegareis a la definición que merecerá mis aplausos. Porque sinceramente, para conducir hacia la definición que merezca el respeto, debes no estar enamorado. O eso creo yo. Ni enfadado con el amor, ni engañado por él. Pero, ni mucho atrapado felizmente entre sus brazos, ya que creemos en la felicidad eterna. Tras esto, conduciré yo mismo a la conclusión del final de los textos. En este momento, a la contestación de las preguntas añadidas al principio, ya que no estoy enamorado. El amor existe, es dulce y penetrante. Se inyecta en tu vida sin aviso previo. Es un estado magnifico pero a la vez repugnante. Dos caras digamos que tiene. Naturalmente, a la que nuestro cuerpo reconoce ese estado al que acompaña al amor, nuestra alma por un tiempo se vuelve endeble, ya que no se reconoce por el simple hecho de haber tan solo la mitad de tu corazón en todo tu cuerpo. La mitad del tuyo, y la mitad del suyo. Por eso se rompe con tanta facilidad por la mitad, ya que ella coge la parte que le corresponde y tú te quedas tan solo con la mitad del tuyo. En ese momento, te aparece la otra para del amor. No para siempre, ya que a la que pasa el tiempo, penetramos inconscientemente en su cuerpo para “robarle” lo que es nuestro. Y ahora sí, tras vivir todo, será el momento de redactar nuestra propia definición.

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