lunes, 22 de noviembre de 2010

Una noche inmensa

Vivo simplemente por tu existencia. Te tenga o no te tenga, me ames o no me ames siempre viviré por ti y sobre tu corazón. Exigiendo mis labios, los tuyos y con ellos la armonía perfecta. Tu voz, con la mía mezclándose en una simple brisa de verano, estableciendo un te amo eterno en una saliva cautivadora. Me gustas. Quiero que te parezcas al eterno y que te escabullas siempre del nunca, y del odio, ese que tanto aborrecemos juntos. Me gustas incluso con tu silencio, ese que pretendo esconder en mi corazón junto a tus defectos tan dulces para mí, y para nadie más. Cuando te tengo a unos metros escasos y este tu silencio lo reina todo, incluyendo mi corazón e incluso mi felicidad, deseando besarte me acerco a ti. Observo tus ojos brillar y con eso incremento mi felicidad. Parece como si estuviéramos volando, como si te acariciara tu boca con un beso perfecto. Como si acariciara tu pelo y lo pudiera guardar en mi palma para siempre. Al instante, creamos una nueva luna en nuestro único universo, somos los únicos en pisarla y gritar al planeta que nos amamos. Pretendo crear una noche inmensa, con millones y millones de estrellas que representen cada una nuestro amor. Y que esa inmensa noche gire tan solo entre nosotros, creando esa brisa de verano. Te puedo amar tanto como nadie lo hará nunca. Te lo aseguro. E incluso es probable que te pueda amar siempre, hasta que se destruya el mundo y con él, nuestro amor eterno. Al pensar que por nada, en algún simple momento, te pueda perder, y esa noche con millones de estrellas se puedan desvanecer, te podre escribir un texto para cautivarte y poder volver a enamorarte, donde escribiré mientras ocuparé esa espantosa noche, donde mis ojos, mis labios y mi corazón se irán contigo. No deseo por nada ocupar una noche entera sin ti. Cuando te pierda, te buscare, espero encontrarte siempre en mi corazón.

1 comentario: