Su cabello

Ella pose un cabello de oro. Un largo camino de oro donde es imposible observar el precipicio y ni siquiera el final. ¿Algo tan bello sin un final?, os preguntareis. Es cierto, es inútil poseer una cosa sin saber cuándo llegará a su glorioso fin, y donde se encuentra esté. ¿Cómo será ese final? De hecho, no hace falta llegar al final para sentir la gloria. Los dos extremos de su cabello se hacen eternos. Liso y tan llamativo como el altísimo Sol y tan extenso como el cielo.

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