sábado, 22 de mayo de 2010

No creo que tan sólo sean segundos

La vida, esa existencia tan maravillosa en la cual nos sorprende al saber, que en realidad, al fin y al cabo solo dura unos segundos. Maravillosos, si. Magníficos y sobretodo mágicos. Y también sobretodo misteriosos. Pero tan sólo son unos insicnificables segundos, que en realidad no son nada…

Unos pocos segundos, que si los quieres disfrutar, disfrútalos. Alárgalos hasta que lleguen a ser minutos o incluso, que llegue hasta la hora. Cuando los tengas bien; guárdalos, consérvalos y sobretodo cuídalos, como si fueran tus propios hijos, ya que formar parte de ti. Y si quieres aguantar con ellos, ya que la vida es tan breve, ya que pasa, saluda y se va. No dejemos que haga eso. No dejemos que esos segundos sean unos agrios recuerdos, apartados en la gran y honda que es nuestra memoria. Porque ya que cuando se va no avisa, ya que es traicionera con nosotros, nos trata mal y nos abandona en la soledad. Ignoremos lo que hace, olvidemos ese adiós que te da, ríete de ella, dile que ahí se va a quedar aunque sea unos segundos más, búrlate de ella, ya que aunque no quiera. Si nosotros tenemos las ganas suficientes y el valor tan grande de no infravalorar unos de los pocos momentos que te dan los segundos, podremos con ello. I al instante se transformaran en horas, en horas mágicas, en horas larguísimas, en horas que ya sí que podremos olvidar, no porque sean desagradables, repugnantes o incluso repelentes, sino porque abran tantos, y tantos momentos que a la vez no sabremos cual nos corresponde a nosotros o qué momento nos podría representar en el que ahora si es el gran, grandísimo transcurro de la vida.

1 comentario:

  1. El escritor ha vuelto a escribir jajaja, y dices que en nada lo has echo...aix, cada vez me sorprendes másxd!
    Te quiero mucho mucho david(L)

    ResponderEliminar