domingo, 13 de junio de 2010

Rendido a tus pies

Mi gran amor eres tú, mi magia, mi valor. Gracias a ti, he creado mis sentimientos más profundos. En ti encontré la gran belleza eterna y esplendida. Contigo sé lo que es el amor y aprendí el significado de amar, de cuidar o simplemente de besar. Me enseñaste del beso más simple al más profundo, del más rencoroso al más envidiando por los demás. Y en este momento te doy las gracias, las gracias por saber que he vivido tan sólo para una simple persona, para ti. Por las sonrisas que te pueda sacar, ya que eso afortunadamente para mí, es y será un grandísimo regalo. Ya que tan solo me levanto para poder rozar tus hermosos labios con los míos, ya que tu saliva para mí es mi gran regalo, ya que solamente sueño con besar tus huellas en el suelo y hacer de ellas, mías. Te pido que esto nunca acabe, te pido que mis besos siempre lleguen hasta tu almohada, te pido que mi ternura nunca deje de abrazarte, que no deje de arroparte nunca. Pero también puedo asegurarte que no habrá nadie que te quiera más que yo, créeme, te cuidare siempre, cuando algo te pase, hare de mi en un refugio para poder amarte y cuidarte a la vez, para poder arroparte y besarte, ya que eso es unos de mis grandes deseos. Pero no sencillamente hay esto, no. No tan sólo te amo, si no que te añoro por cada segundo que no paso contigo, te deseo por las millones de veces que nos besaremos y que nos hemos besado. Admito que cuando no estoy contigo me falta algo, algo esencial, algo que tú me robaste desde el primer minuto que te vi, recuerdo que te abrí las puertas de mi cuerpo, de mis sentimientos, pasaste por mi cabeza y hiciste de ella, tuya. Para que tan sólo pudiera pensar en ti las 24 horas del día. Lo has conseguido. Seguidamente, acariciaste mis manos, y por el simple hecho de notar tu piel, mis extremidades hicieron de tu rostro, mejor dicho de toda tu piel, mi gran deseo, hicieron de esa piel algo extremadamente increíble para mí. Continuamente y sin descanso ninguno , en ese mismo momento rozaste mis labios, con tu hermosura de boca, aunque no dijeras ninguna palabra tus besos valían más que cualquier cosa que podría salir de ti. Y rendido completamente a tus pies me robaste mi corazón…

Y gracias a eso, sueño cada noche con que ese beso, esa caricia o se robo nunca acabe, que nunca se desvanezca de mi vida. Espero que eso sea así. Espero que mi gran droga, que es tocarte, parparte, besarte, adorarte, desearte, o simplemente hablarte, nunca se liquide.

No hay comentarios:

Publicar un comentario