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sábado, 6 de noviembre de 2010
Una imperfecta guapura
Hoy tratare de mi. De mis pensamientos, no de mi guapura, ni de mi simpatía y ni mucho menos de mi estupenda generosidad, porque sinceramente sería mentir. Y tratando del comienzo del texto no os engañare, ya que quedaría bastante mal y la verdad, no seré generoso pero si buena persona. Como yo no soy guapo, ya que no empiezo mintiendo os diré que vosotros tampoco lo sois, lo siento, es así, y así será siempre. No pretendo ni mucho menos exclamar vuestros pensamientos de ira hacia a mí, tan solo revolucionar vuestra curiosidad interna. ¿Por qué?, os preguntareis o simplemente, ¿por qué no puedo ser guapo? Puedes ser guapo, no te digo que no, pero no creo que llegues a serlo, ni mucho menos para mí. ¿Por qué? Es ahí donde os quería llevar. Creo que la guapura en parte, la constituyen una serie de cualidades, una enorme lista de muchísimos adjetivos que acaban siendo sinónimo de la perfecta guapura. Y si simplemente para una persona un adjetivo falla, sea amable, listo, educado o el que sea el adjetivo para esa persona la guapura disminuirá, e incluso es probable que en un principio esa guapura para esa persona existiera pero al conocer la lista de cualidades que la rodean se esfumaran. Por ejemplo, el amor. El “eterno” y especular amor. Por aquello que tantas personas se pelean y por otras muchas se enamoran, ¿es extraño no? Pero bueno, como os he dicho antes el amor es un gran ejemplo de lo que os estaba hablando ya que para otra persona aquella a la que amas puede no ser guapa, pero es ahí cuando el amor derrumba mi teoría, ya que cuando estas completamente enamorado de alguien y aquella lista en realidad es inexistente o tan solo la componen dos o tres adjetivos, cegado por amor los inventaras e incluso es probable que tú los escribirás y los describirás, creando una imperfecta guapura, perfecta para ti.
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