domingo, 19 de febrero de 2012

pero nadie tiene la sonrisa que ella muestra

El amor es rubio, y femenino. Tiene ojos marones y es adolescente, dos años mayor que yo, creo o incluso tres, ahora mismo no me acuerdo. De dientes blancos, y labios rojos, pero no tan rojos como el color de la sangre o el color de tu corazón o del mío, sino un rojo semejante al rosa, un rojo claro, un rojo bonito, más enamoradizo que cualquier otro rojo. E incluso te aseguro, que como es amor acaba enamorando a cualquiera, e incluso a mí, dirían sus labios. El amor, tiene el cuerpo liso, firme, que yo recuerde con pocas pecas. Lunares escasos, juraría que entorpece su hermosa piel. Su piel posé un color claro, pero igual de bello que el color moreno. Es cierto que el moreno es semejante al oro, al dorado, y que esos colores son sinónimos de belleza, riqueza e incluso entusiasmo. Llevan garbo esos colores, se moverían con soltura en una pista de baile. Pero sin embargo el color de piel del amor es claro. Como si nunca en su vida hubiera tomado el Sol. Si, aquella estrella poderosa con menos poder que el amor. ¿Por eso es tan claro el amor? ¿Porque posé más poder que el famoso Sol? Aquel Sol que ha resistido siempre al calor, en cambio su piel no, se ha quemado a veces de tanto calor y se vuelve rojo, semejante a sus labios. ¡El amor es rubio es cierto! Un rubio que ahora sí, es semejante al dorado. Posé un cabello de oro macizo. ¡Que nadie le arrebate jamás el oro que guarda entre majestuosos enredos de cabello! El amor pose el cabello más largo del mundo, inacabable. Luce vestidos de gala, rojos, ahora sí; del color de un corazón. Un rojo intenso, duro pero sin embargo dulce. Nada vale del amor si no observas su sonrisa, cualquier persona pose labios, cabello y dientes, todos lucimos vestidos de gala, pero nadie tiene la sonrisa que ella muestra, aquella que no puedo ni sé describir.

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